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Beneficio estimado 65.000 €
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Rentabilidad 13.50 %
Uno de los aspectos más valorados por los clientes es la confianza y profesionalidad. En un sector donde se manejan presupuestos elevados y decisiones estructurales, ofrecer un servicio serio, transparente y con garantías marca la diferencia.
Además, el uso de tecnología para la gestión de proyectos y presupuestos, la planificación precisa y la atención personalizada, ayudan a optimizar el trabajo y ofrecer una experiencia más ágil al cliente.
Otro factor clave es contar con una red de proveedores de calidad y precios competitivos, lo que permite ofrecer servicios con márgenes saludables sin perder competitividad.
La especialización también es una gran baza: reformas energéticas, cocinas, baños, eficiencia energética o reformas express son líneas de negocio que permiten diferenciarse.
Emprender en este sector con una franquicia aporta muchas ventajas frente a empezar desde cero. La más destacada es el apoyo de una marca consolidada, que facilita la captación de clientes y genera confianza desde el inicio.
También hay que tener en cuenta la alta demanda en la actualidad: rehabilitación de viviendas antiguas, obras en segundas residencias, reformas comerciales y adaptación de espacios post-pandemia son solo algunos de los motores de este crecimiento.
Además, muchas franquicias ofrecen un modelo llave en mano, donde el franquiciado se puede centrar en la gestión comercial y de proyectos, sin necesidad de tener experiencia previa en obras.